2019, vídeo Mp4, 20 minutos.
Piso Vírico es una película alucinatoria en la que ornamentos de los muebles de mi piso de alquiler tornan microorganismos que amenazan con infectarme. La película se acompaña de una pieza de audio hecha a partir de sonidos de mi propio piso mezclados con sonidos corporales y urbanos. Un ruido blanco molesto que te aturde y mantiene despierto pero dormido.
El proyecto se basa en una alucinación microbiótica acerca del teletrabajo, en un modelo laboral en el que la división entre trabajo y ocio se desdibujan bajo el lema 24/7. En este paradigma toda interacción humana está sujeta al modelo gasto/beneficio, en definitiva un modelo en el que las relaciones afectivas sobran y el tacto se vuelve «unheimlich». El teletrabajador precario cuyos recursos económicos solo alcanzan para pagar el mismo piso en el que trabaja y habita, empieza a delirar y verse amenazado por el mismo espacio que le es cárcel y carcelero. Así surge un delirio que, de igual manera que los delirios surrealistas, anima los ornamentos de aquel piso que es y no es suyo para transformarlos en microorganismos que amenazan su integridad. Para el discurso médico contemporáneo la enfermedad no es un estado habitable, no pertenece al ámbito de la vida. Es un estado de sitio en el que un cuerpo extraño entra en el enfermo. Así, la enfermedad se asocia al imaginario bélico (el virus se combate, se ganan y pierden batallas, es una guerra contra la enfermedad) y el enfermo siempre es «el otro». Lo cual también repercute en el imaginario político y del mass media, que habla de las crisis migratorias y sociales como “plagas” o “enfermos”. En este imaginario aquello que te amenaza es vírico, enfermizo y patógeno ¿Pero qué pasa si lo que te amenaza es tu normalidad?
Puedes ver la película completa pinchando aquí.